LA COMUNIDAD DE SOLFERINO UN LUGAR ECOTURISTICO, MAGICO Y LLENO DE TRADICION

Por Julián Puente.

La localidad de Solferino está situada en el Municipio de Lázaro Cárdenas (en el Estado de Quintana Roo), es un pueblo lleno de magia, tradición y cultura donde se pueden realizar diversas actividades turísticas. Esta comunidad se puede encontrar a 28 kilómetros, en dirección Sur, de la localidad de Kantunilkín, la cual tiene la mayor población dentro del municipio. En esta localidad donde el buen trato predomina puedes realizar una visita a la casa de don Gilberto Quintal Oliva mejor conocido como “Gilapa”, un ejidatario de arraigo de la zona pero que también trata de preservar las tradiciones de la zona a través de la práctica de diversas danzas ancestrales caracterizadas mediante animales y cazadores. Dichos rituales son realizados por gente de la comunidad, desde niños hasta adultos que dan muestra de sus habilidades.

Las danzas ancestrales están llenas de misticismo y de una profunda concentración, los niños y jóvenes que participan en los rituales y en donde es una opción ecoturística de la cual los visitantes pueden ser partícipes y conocer un poco más acerca de la identidad de los pueblos mayas.

CORCHAL

Hacer un recorrido eco turístico en la comunidad de Solferino realmente es majestuoso ya que para donde vaya uno te rodea una vasta vegetación, fauna como los monos araña y aves milenarias y lo sorprendente es que todo es a bajo costo. Continuando con nuestro recorrido en esta comunidad don Gilapa nos llevó a una zona conocida como El Corchal el cual es un ecosistema inundado cubierto por árboles de corcho, llamados así debido a que sus raíces son extremadamente livianas, al punto que se utilizaban artesanalmente como flotadores en redes de pesca.

Asimismo, las raíces se entrelazan y actúan también como una balsa gigante para toda la selva. Lo que más impresionó del relato es que el hecho de que cuando entra algún huracán, la selva completa se mueve de lugar, siempre y cuando haya suficiente agua. Esta zona alberga una de las poblaciones más grandes de jaguar en nuestro país, así que varias ONG han puesto manos a la obra para tratar de determinar el número real de esta población y protegerlo. Afortunadamente el turismo ecológico y las capacitaciones han cambiado la manera de pensar de muchos ejidatarios y en lugar de destruir el hábitat o al jaguar mismo, han optado por conservar la selva e incursionar en el turismo ecológico.

Al final del camino hay un muelle de madera con la selva en el fondo y un gran mirador. Ahí están unos kayaks esperando para dar inicio al viaje sobre el agua. Comenzamos remando sobre un pastizal parcialmente inundado hasta llegar a una entrada que parecía una boca gigante rodeada de juncos y los troncos de corcho semejando los dientes. A medida que nos adentrábamos en el bosque solo quedaban los troncos inundados en su base y la parte superior de la selva nos cubría por completo con ramas repletas de epifitas y orquídeas. ¡El lugar parecía extraído de algún cuento!

Esto es parte de Quintana Roo, esto es parte del municipio de Lázaro Cárdenas donde sus bellezas naturales son de otro mundo visítalos.