ALCOHOL Y VOLANTE COMPAÑEROS  MORTALES

 

 

Punto Exacto

Por Julian Puente

 

 

Mucha polémica ha generado desde hace algunos días la aprobación de la reforma del artículo 186 del Código Penal que sanciona con cárcel a las personas que manejen en estado de ebriedad en Quintana Roo, sobre todo del sector empresarial. Sin embargo, es una reforma que pretende generar conciencia entre quienes estarán atrás del volante ingiriendo bebidas alcohólicas. Miles de ciudadanos a nivel nacional han sufrido pérdidas de seres queridos, accidentes donde pierden alguna extremidad o quedan en estado vegetativo toda su vida cuando su único pecado fue el transitar por la calle y hora equivocada ya que sin deberla ni temerla un sujeto alcoholizado no respeto su alto total, se durmió al volante o invadió la cera para incrustarse dentro de un domicilio.

 

Esta reforma propuesta por los diputado Guillermo Brahms, Hugo Alday Nieto y la diputada María José Osorio Rosas dista mucho de ser algo perjudicial para el sector empresarial como se ha estado mencionando, sino al contrario, es una reforma que busca reducir los altos índices de accidentes que se dan en nuestro país a causa de mezclar el volante con el alcohol o alguna otra sustancia. México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial por accidentes de tránsito y el objetivo de la reforma es proteger a los ciudadanos y evitar más víctimas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 21% de las muertes causadas por el tránsito vehicular pueden atribuirse a la conducción bajo los efectos del alcohol.

 

También es cierto es que tenemos un problema de una alta incidencia de accidentes viales, debido gran parte a la ausencia de una cultura vial tanto de conductores como de peatones, ciclistas, motociclistas, en fin, de la sociedad en general, hasta hace muy poco tiempo, obtener una licencia de conducir sin tener las habilidades adecuadas era muy sencillo, pues solo se necesitaba tener la mayoría de edad, tener buena vista y conocer elementos básicos de señalética y de manejo. Afortunadamente lo antes mencionado ha venido cambiando sobre todo porque las estadísticas demuestran que los accidentes viales bajo los influjos del alcohol eran protagonizados en su mayoría por jóvenes inexpertos entre los 16 y 22 años de edad.

 

Lo cierto es que la reforma se trata, en ese sentido, de sanciones complementarias a las multas, suspensión de permisos o impugnación de vehículos con las que también se trata de combatir la mortal combinación. Manejar con las facultades disminuidas debido al alcohol es interpretado de manera distinta por algunos estados y varía en las penalidades y consecuencias. Cuando bebes y manejas pones en riesgo tu capacidad cognitiva y de respuesta, lo cual aumenta tu posibilidad de sufrir un accidente. Si te atrapan, una sola infracción por manejar en estado de ebriedad puede tener ramificaciones legales, financieras, personales y hasta profesionales. Ponerse al volante de cualquier vehículo motorizado después de consumir alcohol es un delito grave, sin embargo, una cantidad alarmante de personas no presta atención a las advertencias y, como resultado, pone en riesgo su vida y la de los demás. Beber alcohol provoca tiempos de reacción lentos, problemas de visión, falta de coordinación y falta de concentración, e intentar conducir en estas circunstancias es ilegal e increíblemente irresponsable.

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