CENTROS DE “CONVERSION” SEXUAL ALTAMENTE PELIGROSOS.
CENTROS DE “CONVERSION” SEXUAL ALTAMENTE PELIGROSOS.
POR JULIAN PUENTE
Muchos de nosotros hemos escuchado un poco de cada tema de la vida, por ejemplo muchos sabemos que existen centro de rehabilitación para drogadictos, alcohólicos, neuróticos vaya hasta para restaurar el alma y la fe, pero muy pocos saben acerca de los Centros de Conversión.
Los Centros de Conversión sexual operan bajo la premisa de la defensa de las buenas costumbres de civilidad. Desde cierta perspectiva, se asume que México es un país históricamente homofóbico que ha desarrollado una serie de mecanismos e instituciones para justificarlo. Es decir son centros donde a la persona se le dice que su homosexualidad es una enfermedad y se quita con “chochos”.
Sin embargo las terapias de conversión sexual continúan vigentes en México pese a su absoluta ineficacia y los grandes peligros que entrañan para los colectivos. En este sentido Elner Alonso Salazar coordinador del Queentana Roo dijo que este tipo de centros aún continúan operando en varios estados de la republica incluido quintana roo bajo un esquema distinto a lo que realmente hacen. “A veces se ofrecen como centros de pláticas terapéuticas y ya una vez adentro la situación cambia radicalmente”, expresó.
Este tipo de tratamientos, cuyo término más exacto es el de ‘Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género’ (ECOSIG), engloban maltrato físico, privación de la libertad, violencia económica y hasta violaciones grupales con el pretexto de «curar» a gays, lesbianas o personas de su sexualidad o identidad de género, es decir utilizan métodos inhumanos y degradantes que van desde golpes hasta toques eléctricos en el cerebro.
Alonso Salazar explicó que existen muchos tipos de terapias de ‘conversión sexual’ entre las que el activista destacó las que sufren las mujeres lesbianas, que llegan a ser sometidas a violaciones consentidas por las familias para ver si manteniendo relaciones con un hombre «se les cura» su atracción por las mujeres.
De esta manera, los «pacientes» de estos centros dejan de ser quienes eran y «compran los engaños y prejuicios» hasta creerse personas enfermas que necesitan aceptación del grupo. Desde 1990 la homosexualidad ya no figura en el catálogo de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud, tras múltiples protestas por parte de asociaciones y sociedad civil.
Actualmente, aunque no existen cifras reales sobre la incidencia de este tipo de prácticas en México, sí se sabe que asociaciones y colectivos reciben actualmente a muchos jóvenes en busca de orientación e incluso de su propia identidad. No existen datos porque no hay cultura de la denuncia en un país en el que, según cifras aportadas por el activista, solo una de cada diez víctimas se atreve a denunciar.
Alonzo Salazar explicó que esto sucede porque la mayoría son niños que no pueden denunciar sin la aprobación de sus padres o que «han salido del armario» con su familia esperando que los acepten.
Finalmente hay que mencionar que México es el segundo país de Latinoamérica con mayor número de crímenes hacia el colectivo LGBT, con mayor incidencia en mujeres transgénero, transexuales, travestis y lesbianas por el componente machista y patriarcal existente en el país.